RUT 2:1-13
RUT 2:1-13 RV2020
Tenía Noemí un pariente de su marido, hombre rico de la familia de Elimelec, el cual se llamaba Booz. Un día Rut, la moabita, dijo a Noemí: —Te ruego que me dejes ir al campo a recoger espigas detrás de aquel que me lo permita. —Ve, hija mía —le respondió ella. Fue, pues, y al llegar, se puso a espigar en el campo tras los segadores. Y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el pariente de Elimelec. Llegaba entonces Booz de Belén, y dijo a los segadores: —El Señor sea con vosotros. —El Señor te bendiga —le respondieron ellos. Luego Booz le preguntó a su criado, el encargado de los segadores: —¿De quién es esta joven? El criado encargado de los segadores respondió: —Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab. Me ha dicho: «Te ruego que me dejes espigar y recoger tras los segadores entre las gavillas». Llegó esta mañana y ha estado trabajando desde entonces hasta ahora, sin descansar ni un solo momento. Entonces Booz dijo a Rut: —Oye, hija mía, no te vayas, ni recojas espigas en otro campo; te quedarás aquí junto a mis criadas. Fíjate en qué campo cosechan y síguelas; pues he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados. Entonces ella bajó su rostro, se postró en tierra y le dijo: —¿Por qué me tratas con amabilidad y te interesas por mí, si yo soy una extranjera? Booz le respondió: —He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y cómo has dejado a tu padre y a tu madre, y la tierra donde naciste, para venir a un pueblo para ti desconocido. Que el Señor te recompense por ello, y que recibas tu premio de parte de Dios el Señor de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte. Ella le dijo: —Señor mío, me has mostrado tu favor y me has consolado; has hablado al corazón de tu sierva, aunque no puedo compararme a ninguna de tus criadas.