ROMANOS 9:19-33
ROMANOS 9:19-33 RV2020
Entonces me dirás: «¿Por qué Dios todavía nos echa la culpa? ¿Quién puede oponerse a su voluntad?». Pero tú, hombre, ¿quién eres, para replicar a Dios? ¿Acaso el vaso de barro dirá al que lo formó: «Por qué me has hecho así»? ¿O es que el alfarero no tiene libertad para hacer del mismo barro un vaso para uso especial y otro para uso ordinario? ¿Y qué, si Dios, al querer mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para muerte? ¿Y qué, si dio a conocer las riquezas de su gloria para los vasos de misericordia que él había preparado para esa gloria? Esos a quienes Dios llamó no solo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles, somos nosotros. Como también dice en Oseas: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada. Y en el lugar donde se les dijo: «Vosotros no sois pueblo mío», allí serán llamados «hijos del Dios viviente». También Isaías proclama acerca de Israel: Aunque el número de los hijos de Israel fuera como la arena del mar, tan solo el remanente será salvo, porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra con justicia y prontitud . Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia, seríamos como Sodoma, y nos pareceríamos a Gomorra . ¿Entonces, qué diremos? Que los gentiles, que no buscaban la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe; mientras Israel, que buscaba una ley de justicia, no la alcanzó. ¿Por qué? Porque no la buscaba por la fe, sino por las obras de la ley, de modo que tropezaron en la piedra de tropiezo, como está escrito