ROMANOS 5
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3. Segunda sección: la obra de Adán frente a la obra de Cristo y del Espíritu (5–8)
Resultados de la justificación
1Ahora pues, justificados por la fe tenemos paz#Ef 2.14-17; cf. Jn 14.27. con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. 2Por él también tenemos entrada#Ef 2.18; 3.12. por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos enorgullecemos en la esperanza de la gloria de Dios. 3Y no solo esto, sino que también nos enorgullecemos en las tribulaciones, pues sabemos que la tribulación produce paciencia;#Stg 1.2-3. 4y la paciencia produce un carácter probado; y un carácter probado produce esperanza; 5y la esperanza no nos defrauda,#Sal 22.4; 25.3; Heb 6.18-19. porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
6Cuando aún éramos débiles, a su tiempo, Cristo murió por los impíos.#1 P 3.18; cf. 1 Co 15.3; 2 Co 5.14-15; Gl 1.4. 7En realidad, es difícil que alguien muera por un justo; aunque pudiera ser que alguien tuviera el valor de morir por una persona buena. 8Sin embargo, Dios demuestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.#Jn 3.16; 1 Jn 4.10. 9Con mucha más razón, ahora que ya hemos sido justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.#1.18; 2.5,8. 10Porque, si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, al estar reconciliados, seremos salvos por su vida.#2 Co 5.18-20. 11Y no solo esto, sino que también nos enorgullecemos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.
Adán y Cristo
12Por tanto, del mismo modo en que el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte,#Gn 2.15-17; 3.6-19; cf. 1 Co 15.22,45-49. así la muerte pasó a toda la humanidad, por cuanto todos pecaron. 13Antes de la ley ya había pecado en el mundo; pero como no había ley el pecado no se imputaba.#4.15. 14No obstante, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, también sobre los que no habían pecado de un modo semejante a la rebelión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
15Pero el don no fue como el delito, porque si por el delito de uno muchos murieron, la gracia y el don de Dios abundaron para muchos por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16Y con el don no sucede como en el caso de uno que pecó, porque por un lado el juicio vino a causa de uno que pecó para condenación, pero por otro lado la gracia vino a causa de muchos delitos para justificación. 17Pues, si por un delito reinó la muerte, por causa de uno, mucho más reinarán por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.
18Así que, como por el delito de uno vino la condenación a toda la humanidad, de la misma manera por la justicia de uno vino a toda la humanidad, la justificación que produce vida.#1 Co 15.22. 19Porque así como por la desobediencia de un hombre muchos fueron hechos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán hechos justos.
20La ley, pues, se introdujo para que el pecado creciese; pero cuando el pecado creció,#3.20; 4.15; Gl 3.19. sobreabundó la gracia. 21Porque así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.#Cf. v. 12.
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ROMANOS 5: RV2020
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Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.