APOCALIPSIS 11:3-13
APOCALIPSIS 11:3-13 RV2020
Yo enviaré a dos de mis testigos que, vestidos con ropas ásperas, profeticen por mil doscientos sesenta días. Estos testigos son los dos olivos y los dos candelabros que están delante del Dios de la tierra. Si alguno quiere hacerles daño, sale un fuego por su boca que devorará a sus enemigos. Así morirá cualquiera que intente hacerles daño. Ellos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas, para convertirlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plagas, cuantas veces quieran. Cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará. Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, la que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado nuestro Señor. Gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación verá sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirá que sus cuerpos sean sepultados. Los habitantes de la tierra se alegrarán de su muerte, lo celebraran y se harán regalos unos a otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los que vivían en la tierra. Pero después de tres días y medio, el espíritu de vida enviado por Dios entró en ellos, se pusieron de pie, y todos los que los vieron tuvieron mucho miedo. Entonces oyeron una gran voz del cielo, que les decía: —¡Subid acá! Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos. En ese momento se produjo un violento terremoto que destruyó la décima parte de la ciudad. Siete mil personas murieron a causa del terremoto. Los demás, llenos de miedo, dieron gloria al Dios del cielo.