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SALMOS 78:52-72

SALMOS 78:52-72 RV2020

Hizo salir a su pueblo como a ovejas y los llevó por el desierto como a un rebaño. Los guio con seguridad, de modo que no tuvieran temor; y el mar cubrió a sus enemigos. Los trajo después a las fronteras de su tierra santa, a este monte que ganó con su mano derecha. Echó las naciones de delante de ellos; con cuerdas repartió sus tierras en heredad e hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel. Pero ellos tentaron y enojaron al Dios altísimo y no guardaron sus testimonios; más bien, le dieron la espalda, rebelándose como sus padres; se torcieron como arco engañoso. Lo enojaron con sus lugares altos y lo provocaron a celo con sus imágenes de talla. Lo oyó Dios y se enojó, y detestó intensamente a Israel. Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres. Entregó a cautiverio su poderío; su gloria, en manos del enemigo. Entregó también su pueblo a la espada y se irritó contra su heredad. El fuego devoró a sus jóvenes y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales. Sus sacerdotes cayeron a espada y sus viudas no hicieron lamentación. Entonces despertó el Señor como quien duerme, como un valiente aturdido por el vino, e hirió a sus enemigos por la espalda; y los dejó avergonzados para siempre. Desechó a la casa de José y no escogió a la tribu de Efraín, sino que escogió a la tribu de Judá, el monte de Sion, al cual amó. Edificó su santuario como el cielo, como la tierra que cimentó para siempre. Eligió a David su siervo y lo tomó de los rebaños de ovejas; de andar tras las ovejas, lo llevó, a pastorear a Jacob, su pueblo, a Israel su heredad. Y los pastoreó con corazón íntegro, los condujo con mano diestra.

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