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NEHEMÍAS 6:1-16

NEHEMÍAS 6:1-16 RV2020

Cuando oyeron Sanbalat, Tobías, Gesem el árabe y los demás enemigos nuestros, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él brecha alguna (aunque hasta aquel tiempo no había puesto las hojas de las puertas), Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: —Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono. Pero ellos habían pensado hacerme mal. Entonces, envié mensajeros para decirles: —Estoy ocupado en una gran obra y no puedo ir; porque cesaría la obra si yo la abandonara para ir a vosotros. Cuatro veces me enviaron mensajes sobre el mismo asunto, y yo les respondí de la misma manera. Entonces, Sanbalat me envió a su criado para decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano, en la cual estaba escrito: —Se ha oído entre las naciones, y Gasmu lo dice, que tú y los judíos pensáis rebelaros y que por eso edificas tú el muro, con la mira, según estas palabras, de ser tú su rey; y que has puesto profetas que, al referirse a ti, proclamen en Jerusalén: «¡Hay rey en Judá!». Estas palabras van a llegar a los oídos del rey; ven, por tanto, y aclaremos este asunto. Entonces, envié yo a decirle: —Nada de lo que dices es cierto, sino que son invenciones de tu corazón. Porque todos ellos nos amedrentaban, y decían: «Se debilitarán las manos de ellos en la obra, y no será terminada». «¡Ahora, pues, oh Dios, fortalece tú mis manos!». Después, fui a casa de Semaías hijo de Delaía hijo de Mehetabel, que estaba encerrado en su casa. Él me dijo: —Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas, porque vienen a matarte; sí, esta noche vendrán a matarte. Pero yo le respondí: —¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién, que fuera como yo, entraría al templo para salvar la vida? No entraré. Reconocí que Dios no lo había enviado, sino que decía aquella profecía contra mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado. Pues fue sobornado para intimidarme, para que así yo pecara. Ellos aprovecharían esto para crearme mala fama y desprestigiarme. «¡Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat, conforme a estas cosas que hicieron; también acuérdate de la profetisa Noadías y de los otros profetas que procuraban infundirme miedo!». El muro fue terminado en cincuenta y dos días, el día veinticinco del mes de Elul. Cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros; se sintieron humillados y reconocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra.