MARCOS 15:29-39
MARCOS 15:29-39 RV2020
Los que pasaban le insultaban y, meneando la cabeza, decían: —¡Ah! Tú, el que derribas el templo de Dios y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo y desciende de la cruz. De esta manera también los principales sacerdotes y los escribas participaban del escarnio y se decían unos a otros: —Salvó a otros, pero no se puede salvar a sí mismo. El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le injuriaban. Cuando llegó el mediodía, toda la tierra se sumió en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres de la tarde, Jesús clamó a gran voz: —¡Eloí, Eloí!, ¿lama sabactani?, que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?». Algunos de los que estaban allí decían al oírlo: —Mirad, llama a Elías. Uno de ellos corrió a empapar una esponja en vinagre, la puso en una caña y le dio de beber diciendo: —Dejad, veamos si viene Elías a bajarlo. Mas Jesús, dando un fuerte grito, expiró. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Y el centurión que estaba frente a él, al ver que había expirado clamando así, dijo: —Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.