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MATEO 25:14-46

MATEO 25:14-46 RV2020

También el reino de los cielos es como un hombre que, al irse lejos, llamó a sus siervos y les confió la administración de sus bienes. Conforme a su capacidad, a uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno. Luego se fue de viaje. El que había recibido cinco talentos negoció con ellos y ganó otros cinco. El que había recibido dos ganó también otros dos. Pero el que había recibido un talento cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le entregó otros cinco, y le dijo: «Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes: he ganado otros cinco talentos». Su señor le contestó: «Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor». Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: «Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes: he ganado otros dos». Su señor le contestó: «Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor». Se acercó el que había recibido un talento y dijo: «Señor, sabía que eres hombre severo, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por ello tuve miedo y fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo». Le respondió su señor: «Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y al venir yo hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento y dádselo al que tiene diez, porque al que tiene se le dará y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera. Allí será el lloro y el rechinar de dientes». Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones. Entonces apartará a los unos de los otros como aparta el pastor las ovejas de los cabritos y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Luego el Rey dirá a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a verme». Los justos preguntarán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos o desnudo y te vestimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a verte?». El Rey les responderá: «Os aseguro que lo que hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis». Y dirá también a los de la izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber; fui forastero y no me recogisteis; estuve desnudo y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel y no me visitasteis». Entonces también ellos le responderán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel y no te servimos?». El Rey les responderá: «Os aseguro que lo que no hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí me lo hicisteis». E irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna.

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