MATEO 11:16-30
MATEO 11:16-30 RV2020
Pero ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas y gritan a sus compañeros: «Tocamos la flauta para vosotros y no bailasteis; entonamos canciones de duelo y no llorasteis», porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: «Demonio tiene». Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: «Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y pecadores». Pero la sabiduría queda demostrada por sus hechos. Entonces comenzó Jesús a reconvenir a las ciudades en las que había hecho muchos de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo: —¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida!, porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, hace mucho tiempo que habrían hecho penitencia llevando luto y ceniza. Por tanto os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón que para vosotras. Y tú, Capernaún, que te encumbras hasta el cielo, hasta el Hades serás precipitada, porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti. En aquel tiempo, Jesús exclamó: —Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y a los entendidos y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.