LUCAS 7:39-50
LUCAS 7:39-50 RV2020
Viendo todo esto el fariseo que le había invitado, pensó: «Si este fuera profeta, conocería la identidad y la condición pecadora de la mujer que le está tocando». Entonces Jesús le dijo: —Simón, una cosa tengo que decirte. —Di, Maestro. —Un acreedor tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, el acreedor perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Respondió Simón: —Pienso que aquel a quien perdonó más. —Tu juicio es correcto. Y volviéndose hacia la mujer le dijo a Simón: —¿Ves esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para mis pies, mas ella ha bañado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso al llegar, mas ella, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite, mas ella ha ungido con perfume mis pies. Por eso te digo que le son perdonados sus muchos pecados, porque amó mucho; pero se le perdona poco a quien ama poco. Y a la mujer le dijo: —Tus pecados te son perdonados. Los que estaban sentados con él a la mesa comenzaron a preguntarse para sí: «¿Quién es este, que también perdona pecados?». Y dijo a la mujer: —Tu fe te ha salvado. Ve en paz.