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LEVÍTICO 10:1-11

LEVÍTICO 10:1-11 RV2020

Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego, le echaron incienso encima, y ofrecieron delante del Señor un fuego extraño, que él nunca les había mandado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los quemó, y murieron delante del Señor. Luego Moisés dijo a Aarón: —Esto es lo que el Señor afirmó cuando dijo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón guardó silencio. Después Moisés llamó a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo: —Acercaos y sacad a vuestros hermanos de delante del santuario, fuera del campamento. Ellos se acercaron y los sacaron en sus túnicas fuera del campamento, como había mandado Moisés. Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: —No descubráis vuestras cabezas ni rasguéis vuestros vestidos en señal de duelo, para que no muráis, no vaya a levantarse la ira sobre toda la congregación; pero vuestros hermanos, toda la casa de Israel, sí se lamentarán por el fuego que ha encendido el Señor. No os alejéis de la puerta del tabernáculo de reunión, porque moriréis, pues el aceite de la unción del Señor está sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme a lo que les dijo Moisés. Entonces el Señor habló a Aarón: —Ni tú ni tus hijos debéis beber vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis. Estatuto perpetuo será para vuestros descendientes, para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio, y enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que el Señor les ha dado por medio de Moisés.