JOB 7:1-21
JOB 7:1-21 RV2020
¿No es acaso una lucha la vida del hombre sobre la tierra, y sus días como los días del jornalero? Como el siervo suspira por la sombra, o como el jornalero espera el salario de su trabajo, así yo he recibido meses de desengaño, y noches de sufrimiento me han tocado en suerte. Cuando estoy acostado, digo: «¿Cuándo me levantaré?». Mas la noche es larga y estoy lleno de inquietudes hasta el alba. Mi carne está vestida de gusanos y costras de polvo; mi piel, se agrieta y supura. Mis días corren más veloces que la lanzadera del tejedor, y perecen sin esperanza. Acuérdate de que mi vida es un soplo y de que mis ojos no volverán a ver el bien. Los ojos de quienes me ven, no me verán más. Y tú fijarás tus ojos en mí, pero ya no existiré. Como nube que se desvanece y pasa, así el que desciende al seol no subirá de allí; no volverá más a su casa, ni su lugar volverá a reconocerlo. Por tanto, no refrenaré mi boca, sino que hablaré en la angustia de mi espíritu y me quejaré en la amargura de mi alma. ¿Acaso soy yo el mar, o un monstruo marino, para que me pongas vigilancia? Cuando digo: «Mi lecho me consolará, mi cama aliviará mis quejas», entonces me atemorizas con sueños y me aterras con visiones. Por eso, tuve por mejor ser estrangulado, y quise la muerte más que esta vida miserable. ¡Aborrezco mi vida! No he de vivir para siempre; ¡déjame, pues, ya que mis días solo son vanidad! ¿Qué es el ser humano para que lo engrandezcas, para que pongas en él tu corazón y lo visites todas las mañanas, y a cada momento lo pruebes? ¿Cuándo apartarás de mí tu mirada y me soltarás para tragar siquiera mi saliva? Aunque haya pecado, ¿qué mal puedo hacerte, guardián de los humanos? ¿Por qué me pones por blanco tuyo, hasta convertirme en una carga para mí mismo? ¿Y por qué no borras mi rebelión y perdonas mi iniquidad? Pues pronto dormiré en el polvo, y aunque me busques temprano, no existiré.