JUAN 17:6-26
JUAN 17:6-26 RV2020
Te he dado a conocer a aquellos que del mundo me confiaste; tuyos eran, y tú me los confiaste, y han obedecido tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado proceden de ti, porque les he entregado las palabras que tú me diste y ellos las han aceptado, y han reconocido verdaderamente que salí de ti y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me confiaste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío y he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo; pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guarda en tu nombre a los que me has confiado para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre. A los que me diste, yo los guardé y ninguno de ellos se perdió sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. Pero ahora vuelvo a ti y digo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco lo soy yo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco lo soy yo. Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. Pero no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por su palabra para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo les he dado la gloria que me diste para que sean uno, así como nosotros lo somos. Yo en ellos y tú en mí para que sean perfectos en unidad y para que el mundo conozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos como también me has amado a mí. Padre, quiero que aquellos que me has dado estén conmigo donde yo esté para que vean la gloria que me has dado, pues me has amado desde antes de la fundación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, mas yo sí, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer tu nombre y seguiré haciéndolo aún, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos.