JUAN 17:1-18
JUAN 17:1-18 RV2020
Después de decir todo esto, Jesús levantó los ojos al cielo y exclamó: —Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que también tu Hijo te glorifique a ti. Le has otorgado potestad sobre toda la humanidad para que dé vida eterna a todos los que tú le confiaste. Y en esto consiste la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la tierra habiendo llevado a cabo la obra que me encomendaste. Ahora pues, Padre, glorifícame junto a ti con aquella gloria que tuve contigo antes de que el mundo existiera. Te he dado a conocer a aquellos que del mundo me confiaste; tuyos eran, y tú me los confiaste, y han obedecido tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado proceden de ti, porque les he entregado las palabras que tú me diste y ellos las han aceptado, y han reconocido verdaderamente que salí de ti y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me confiaste, porque son tuyos. Todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío y he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo; pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guarda en tu nombre a los que me has confiado para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre. A los que me diste, yo los guardé y ninguno de ellos se perdió sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. Pero ahora vuelvo a ti y digo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco lo soy yo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco lo soy yo. Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.