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JEREMÍAS 30:1-17

JEREMÍAS 30:1-17 RV2020

Palabra del Señor que vino a Jeremías: —Así ha hablado el Señor, Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que te he hablado. Porque vienen días, dice el Señor, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo de Israel y de Judá, ha dicho el Señor, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán. Estas, pues, son las palabras que habló el Señor acerca de Israel y de Judá. Así ha dicho el Señor: ¡Hemos oído gritos de terror y espanto! ¡No hay paz! ¡Preguntad y averiguad si los hombres dan a luz!, porque he visto que todos los hombres tenían las manos sobre sus caderas como las mujeres cuando está de parto, y todos tenían el rostro pálido. ¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él. Es un tiempo de angustia para Jacob, pero de ella será librado. Aquel día, dice el Señor de los ejércitos, yo quebraré el yugo de su cuello y romperé sus correas, y los extranjeros no volverán a ponerlo en servidumbre, sino que servirán al Señor, su Dios, y a David, su rey, a quien yo les levantaré. Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice el Señor; no te atemorices, Israel, porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos, a ti y a tu descendencia, de la tierra de tu cautiverio. Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien lo espante. Porque yo estoy contigo para salvarte, dice el Señor, y destruiré a todas las naciones entre las que te esparcí. Pero a ti no te destruiré, aunque te castigaré con justicia: de ninguna manera te dejaré sin castigo. Así ha dicho el Señor: Incurable es tu quebrantamiento y dolorosa tu llaga. No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicina eficaz. Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan, porque te herí como hiere un enemigo, con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad y de tus muchos pecados. ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto. Pero serán devorados todos los que te devoran, y todos tus adversarios, todos ellos, irán al cautiverio; pisoteados serán los que te pisotearon, y a todos los que te despojaron, yo los entregaré al despojo. Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice el Señor, porque «Desechada» te llamaron, y decían: «Esta es Sion, de la que nadie se acuerda».