JUECES 3:1-11
JUECES 3:1-11 RV2020
Estos son los pueblos que dejó el Señor para probar con ellos a todos los que en Israel no habían conocido todas la guerras de Canaán; solamente para que los descendientes de los hijos de Israel aprendiera cómo hacer la guerra, y lo enseñara a quienes antes no la habían conocido: los cinco jefes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte Baal-hermón hasta llegar a Hamat. Con ellos quiso probar a Israel, para saber si obedecería los mandamientos que él había dado a sus padres por mano de Moisés. Así, los hijos de Israel comenzaron a habitar entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. Y tomaron a sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos del Señor, su Dios, se olvidaron de él y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera. Por eso la ira del Señor se encendió contra ellos y los entregó en manos de Cusan-risataim, rey de Mesopotamia, al cual sirvieron durante ocho años. Entonces clamaron los hijos de Israel al Señor, y el Señor levantó un libertador a los hijos de Israel que los salvó: Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb. El espíritu del Señor vino sobre Otoniel, quien juzgó a Israel y salió a la batalla. El Señor entregó en sus manos a Cusan-risataim, rey de Siria, y le dio la victoria sobre Cusan-risataim. Y hubo paz en la tierra durante cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.