JUECES 2
2
2. Apostasía y dificultades (2.1–3.6)
El ángel del Señor en Boquim
1El ángel del Señor#6.11; 13.3; Gn 16.7. subió de Gilgal a Boquim, y dijo:
—Yo os saqué de Egipto y os he traído a la tierra que había jurado a vuestros padres, cuando les dije: «No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, 2con tal que no hagáis pacto con los habitantes de esta tierra, cuyos altares debéis derribar;#Ex 23.32-33; 34.12-13; Dt 7.2-5; 12.3. pero vosotros no atendisteis a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto? 3Por tanto, yo también digo: “No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero”».
4Cuando el ángel del Señor terminó de hablar, todos los hijos de Israel alzaron la voz y lloraron. 5Por eso llamaron a aquel lugar Boquim, y allí ofrecieron sacrificios al Señor.
Muerte de Josué
(Jos 24.29-31)
6Cuando Josué se despidió del pueblo, los hijos de Israel se fueron a tomar posesión cada uno de su heredad. 7El pueblo había servido al Señor todo el tiempo que vivió Josué, y también mientras estuvieron presentes los ancianos que sobrevivieron a Josué, y que habían sido testigos de todas las grandes obras que el Señor había hecho en favor de Israel.
8Pero murió Josué hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de ciento diez años. 9Lo sepultaron en su heredad de Timnat-sera, #Jos 19.49-50. en los montes de Efraín, al norte del monte Gaas. 10Y murió también toda aquella generación. Pero la generación que se levantó después no conocía al Señor ni la obra que él había hecho por Israel.
La apostasía de Israel y la obra de los jueces
11Después, los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor y sirvieron a los baales. 12Dejaron al Señor, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, y los adoraron, de modo que provocaron la ira del Señor. 13Dejaron al Señor, y adoraron a Baal y a Astarot. 14Entonces se encendió el furor del Señor contra Israel, quien los entregó en manos de salteadores que los despojaron, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor, a los que no pudieron ya hacer frente. 15Por dondequiera que salían, la mano del Señor estaba contra ellos para mal, como el Señor había dicho y se lo había jurado. Y se vieron en una gran aflicción.
16El Señor levantó jueces que los libraran de manos de quienes los despojaban; 17pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los que adoraron. Se apartaron pronto del camino en que habían andado sus padres, quienes obedecían los mandamientos del Señor; ellos no hicieron así. 18Cuando el Señor les levantaba jueces, el Señor estaba con el juez, y los libraba de manos de los enemigos mientras vivía aquel juez; porque el Señor era movido a misericordia al oírlos gemir por causa de quienes los oprimían y afligían. 19Pero acontecía que, al morir el juez, ellos volvían a corromperse, más aún que sus padres, y seguían a dioses ajenos para servirles e inclinarse delante de ellos. No se apartaban de sus obras ni de su obstinado camino. 20Se encendió, pues, la ira del Señor contra Israel, y dijo:
—Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a mi voz, 21tampoco yo volveré más a echar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió.
22Así quería probar a Israel, si procurarían o no seguir el camino del Señor y andar en él, como lo habían seguido sus padres.#3.1-2,4; Ex 15.25; 16.4; 20.20; Dt 8.2; 13.4; 33.8. 23Por esto dejó el Señor a aquellas naciones, y no las desarraigó de una vez, ni las entregó en manos de Josué.
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JUECES 2: RV2020
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Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.