ISAÍAS 28:1-13
ISAÍAS 28:1-13 RV2020
¡Ay de la corona de soberbia de los ebrios de Efraín y de la flor caduca de su gloriosa hermosura, que está sobre la cabeza del valle fértil de los aturdidos por el vino! El Señor tiene a uno que es fuerte y poderoso: como una tormenta de granizo, como un torbellino arrasador, como aguas caudalosas, desbordantes. Echa violentamente por tierra todo a su paso. Con los pies será pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. Y la flor caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, será como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan pronto como la tiene a mano. Aquel día, el Señor de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura para el resto de su pueblo. Será espíritu de justicia para el que se sienta a juzgar, y dará fuerzas a los que rechazan el asalto a la puerta. Pero también a sacerdotes y profetas el vino extravió, y la sidra los hizo desvariar; fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, titubearon en el juicio. Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no quedar lugar limpio. ¿A quién se habrá de instruir?, o ¿a quién habrá que explicar el mensaje? ¿A los destetados? ¿A los recién destetados? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea tras línea, un poquito aquí, un poquito allá, porque en lengua de tartamudos, en idioma extraño, hablará a este pueblo. A ellos ha dicho: «Este es el reposo; dad reposo al cansado. Este es el alivio», mas no han querido escuchar. La palabra, pues, del Señor les será mandamiento tras mandamiento, mandato tras mandato, renglón tras renglón, línea tras línea, un poquito aquí, un poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y queden heridos, y sean atrapados y llevados prisioneros.