HEBREOS 7:15-28
HEBREOS 7:15-28 RV2020
Y esto es aún más evidente, si se levanta un nuevo sacerdote semejante a Melquisedec, que no es nombrado de acuerdo con una ley meramente humana, sino según el poder de una vida indestructible, pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. Así que el mandamiento anterior queda derogado por ser endeble e ineficaz, pues la ley nada perfeccionó, y en su lugar se introduce una mejor esperanza, por medio de la cual nos acercamos a Dios. Y esto no fue hecho sin juramento; porque los otros sacerdotes fueron nombrados sin juramento; pero este fue nombrado con el juramento del que le dijo: Juró el Señor y no se arrepentirá: tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec . Por tanto, Jesús es hecho garante de un mejor pacto. Además, los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, porque la muerte les impedía continuar; pero este, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable. Por eso puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, pues vive siempre para interceder por ellos. Un sumo sacerdote así era el que nosotros necesitábamos: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo. Jesús hizo esto de una vez para siempre, al ofrecerse a sí mismo. La ley nombra sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, nombra al Hijo, quien ha sido hecho perfecto para siempre.