HEBREOS 10
10
4. El peligro del pecado voluntario (10.26-39)
1La ley era solamente la sombra de los bienes venideros, no la realidad misma de las cosas.#8.5+. Por eso, la ley nunca puede hacer perfectos a los que cada año se acercan a Dios para ofrecer los mismos sacrificios.#7.18-19+. 2Si fuera de otro modo cesarían de ofrecerse, pues los que rinden este culto, una vez limpios, ya no tendrían más conciencia de pecado. 3Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados,#Lv 16.21. 4porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.#Cf. v. 11.
5Por lo cual, al entrar en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste,
mas me diste un cuerpo.
6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
7 Entonces dije: «He aquí, vengo, Dios,
para hacer tu voluntad,
como en el rollo del libro está escrito de mí».
8Al decir primero: Sacrificio y ofrenda, holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron —cosas que se ofrecen según la ley—, 9y luego añadir: He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad,#Mt 6.10; 26.39 (= Mc 14.36 = Lc 22.42); Lc 1.38; Jn 6.38; Gl 1.4. quita lo primero para establecer esto último. 10En virtud de esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo#Cf. v. 5; 7.18-19; 9.14,28; Gl 1.4; Ef 5.2. hecha una vez para siempre.
11Todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.#Cf. v. 4; Ex 29.38. 12Pero Cristo, después de haber ofrecido de una vez y para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.#Ef 1.20+. 13Allí estará esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. #Sal 110.1,4. 14Y así, con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
15El Espíritu Santo nos atestigua lo mismo, porque después de haber dicho:
16 Este es el pacto que haré con ellos
después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones,
y en sus mentes las escribiré,
17añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.#Jer 31.33-34; cf. Heb 8.8-12.
18Ahora bien, si los pecados han sido perdonados, ya no hace falta ninguna ofrenda por el pecado.
Exhortación a la fidelidad
19Así que, hermanos, tenemos libertad#4.16; Ef 3.12. para entrar en el Lugar santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su cuerpo. #Jn 14.6; cf. Ro 5.2; Ef 2.18. 21También tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios.#3.6. 22Acerquémonos, pues, con corazón sincero, llenos de fe, purificados los corazones#Lv 8.30. de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura.#9.14; Ez 36.25; Ef 5.26. 23Mantengamos firme, sin fluctuar, la esperanza que profesamos,#3.6+; 9.28. porque fiel es el que ha hecho la promesa.#11.11. 24Y tengámonos en cuenta unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.#6.10; 13.1. 25No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; al contrario, animémonos unos a otros,#3.13; 13.22; Ro 12.8; 1 Co 14.3. y tanto más, cuanto veis que aquel día#Ez 30.3; Hch 2.20; 1 Ts 5.2. se acerca.
Advertencia al que peca deliberadamente
26Porque si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una terrible expectativa de juicio y de fuego ardiente que ha de devorar a los adversarios. #Is 26.11. 28El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.#Nm 35.30; Dt 17.6; 19.15. 29¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisotee al Hijo de Dios, y tenga por inmunda la sangre del pacto#Ex 24.8. en la cual fue santificado y ofenda al Espíritu de la gracia? 30Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago —dice el Señor—. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.#Dt 32.35-36; cf. Ro 12.19. 31¡Terrible cosa es caer en manos del Dios vivo!
32Pero recordad aquellos días pasados cuando, después de haber sido iluminados, sostuvisteis una dura lucha y soportasteis mucho sufrimiento.#5.12; 6.10; 12.4. 33Algunas veces fuisteis expuestos públicamente a insultos y atropellos,#1 Co 4.9. y otras veces llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante: 34porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, pues sabíais que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos. 35No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene una gran recompensa, 36pues os es necesaria la paciencia,#6.12; Lc 21.19. para que, por haber hecho la voluntad de Dios,#13.21. obtengáis la promesa.
37 Porque aún un poco
y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Mas el justo vivirá por fe;
pero si retrocede, no agradará a mi alma. # Hab 2.3-4 (gr.); cf. Ro 1.17; Gl 3.11.
39Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que, por fe, alcanzan la salvación.
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Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.