GÉNESIS 28:1-16
GÉNESIS 28:1-16 RV2020
Entonces Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le mandó: —No tomes mujer de las hijas de Canaán. Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre. Que el Dios Omnipotente te bendiga, te haga fructificar y te multiplique hasta llegar a ser multitud de pueblos; que te dé la bendición de Abrahán, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que habitas, la que Dios dio a Abrahán. Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán hijo de Betuel, el arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de Esaú. Vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padan-aram, para que tomara allí mujer para sí; y que cuando lo bendijo le había mandado: «No tomarás mujer de las hijas de Canaán»; y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram. Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán no agradaban a Isaac, su padre; y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer, además de sus otras mujeres, a Mahalat, hija de Ismael hijo de Abrahán, hermana de Nebaiot. Jacob, pues, salió de Beerseba y fue a Harán. Llegó a un cierto lugar y durmió allí, porque ya el sol se había puesto. De las piedras de aquel paraje tomó una para su cabecera y se acostó en aquel lugar. Y tuvo un sueño: Vio una escalera que estaba apoyada en la tierra, pero su extremo tocaba el cielo. Ángeles de Dios subían y bajaban por ella. El Señor estaba en lo alto de ella y decía: —Yo soy el Señor, el Dios de Abrahán, tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur, y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. Como yo estoy contigo, te guardaré dondequiera que vayas y volveré a traerte a esta tierra, porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Cuando Jacob despertó de su sueño, dijo: —Ciertamente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.