GÉNESIS 27:30-46
GÉNESIS 27:30-46 RV2020
Aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de la presencia de su padre Isaac, que Esaú, su hermano, volvió de cazar. E hizo él también un guisado, lo trajo a su padre y le dijo: —Levántate, padre, come de esto que ha cazado tu hijo y dame tu bendición. Entonces Isaac, su padre, le dijo: —¿Quién eres tú? Y él le respondió: —Yo soy tu hijo, Esaú, tu primogénito. Entonces se estremeció Isaac grandemente, y dijo: —¿Quién es el que ha venido aquí, me ha traído caza, y me la ha dado, de modo que he comido de todo antes de que tú aparecieras? Yo lo he bendecido, y será bendito. Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, lanzó un grito atroz, lleno de amargura, y le suplicó: —Bendíceme también a mí, padre mío. Este le replicó: —Ha venido tu hermano con engaño y se ha llevado tu bendición. Esaú respondió: —Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura y ahora se ha llevado mi bendición. Y añadió: —¿No has reservado una bendición para mí? Isaac respondió a Esaú: —Yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino lo he provisto; ¿qué, pues, haré por ti ahora, hijo mío? Dijo entonces Esaú a su padre: —¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? ¡Bendíceme también a mí, padre mío! Y se echó Esaú a llorar y a dar grandes gritos. Entonces Isaac, su padre, le dijo: Será tu morada lejos de la tierra fértil y del rocío que cae de los cielos. De tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; pero cuando te fortalezcas sacudirás su yugo de tu cerviz. Aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre lo había bendecido, y dijo en su corazón: «Llegarán los días del luto por mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob». Cuando llegaron a oídos de Rebeca estas palabras de Esaú, su hijo mayor, ella mandó llamar a Jacob, su hijo menor, y le dijo: —Esaú, tu hermano, se consuela con la idea de matarte. Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz: levántate y huye a casa de mi hermano Labán, en Harán, y quédate con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue, hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti y olvide lo que le has hecho; entonces enviaré yo a que te traigan de allá. ¿Por qué seré privada de vosotros dos en un solo día? Luego dijo Rebeca a Isaac: —Mi vida es un fastidio, por culpa de las hititas que viven en esta tierra. Si Jacob toma como mujer a alguna de estas hititas, ¿para qué quiero seguir viviendo?