GÉNESIS 26:2-12
GÉNESIS 26:2-12 RV2020
Allí se le apareció el Señor, y le dijo: —No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en este país. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras y confirmaré el juramento que hice a Abrahán, tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tu descendencia todas estas tierras, y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abrahán mi voz y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y cuando los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer, él respondió: «Es mi hermana», pues tuvo miedo de decir: «Es mi mujer», por pensar que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era muy hermosa. Sucedió después de muchos días de estar él allí, que Abimelec, rey de los filisteos, miraba por una ventana y vio que Isaac acariciaba a Rebeca, su mujer. Entonces llamó Abimelec a Isaac y le dijo: —¡No hay duda de que ella es tu mujer! ¿Por qué, pues, dijiste: «Es mi hermana»? Isaac le respondió: —Porque me dije: «Quizá moriré por causa de ella». Pero Abimelec replicó: —¿Por qué nos has hecho esto? Poco ha faltado para que alguno del pueblo se hubiera acostado con tu mujer, y tú habrías traído el pecado sobre nosotros. Entonces Abimelec amenazó a todo el pueblo: —El que toque a este hombre o a su mujer, sin duda morirá. Sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año el ciento por uno; y lo bendijo el Señor.