GÁLATAS 3:10-29
GÁLATAS 3:10-29 RV2020
Todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito sea el que no permanezca y cumpla todas las cosas que están escritas en el libro de la ley . Y que por la ley nadie se justifica ante Dios es evidente, porque el justo por la fe vivirá . Pero la ley no procede de la fe, sino que dice: El que cumpla estas cosas vivirá por ellas . Cristo nos redimió de la maldición de la ley, y se hizo maldición por nosotros (pues está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero ), para que en Cristo Jesús la bendición de Abrahán alcanzara a los gentiles, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu. Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea hecho por un hombre, una vez ratificado, nadie puede invalidarlo, ni añadirle nada. Ahora bien, a Abrahán fueron hechas las promesas, y a su descendencia. No dice: Y a los descendientes , como si hablara de muchos, sino como de uno: Y a tu descendencia , la cual es Cristo. Digo pues: El pacto previamente ratificado por Dios en Cristo no puede ser anulado por la ley, la cual vino cuatrocientos treinta años después. Si eso fuera así, entonces se habría invalidado la promesa, porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios se la concedió a Abrahán mediante la promesa. Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien fue hecha la promesa; y fue dada por medio de ángeles a través de un mediador. Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. Entonces, ¿la ley contradice las promesas de Dios? ¡De ninguna manera! Porque si la ley dada pudiera dar vida, la justicia sería verdaderamente por la ley. Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a los creyentes. Pero antes de que llegara la fe, estábamos cautivos bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro guía para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo un guía, porque todos sois hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús. Pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente descendientes de Abrahán sois, y herederos según la promesa.