EZEQUIEL 16:1-14
EZEQUIEL 16:1-14 RV2020
Vino a mí palabra del Señor: —Hijo de hombre, da a conocer a Jerusalén sus abominaciones, y dile: Así ha dicho el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo y tu madre hetea. Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte ni frotada con sal, ni fuiste envuelta en pañales. No hubo ojo que se compadeciera de ti para hacerte nada de eso, ni sintiera lástima por ti; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que viniste al mundo. Yo pasé junto a ti y, al verte tan sucia y llena de sangre, te dije: «¡Vive!». Sí, eso te dije cuando estabas llena de sangre: «¡Vive!». Te hice crecer como la hierba del campo; creciste, te hiciste grande y llegaste a ser muy hermosa. Tus pechos se habían formado y tu vello había crecido, ¡pero estabas desnuda por completo! Pasé otra vez junto a ti y te miré, y ya estabas en la edad de enamorarte. Entonces extendí mi manto sobre ti y cubrí tu desnudez; te hice juramento y entré en pacto contigo, dice el Señor, y fuiste mía. Te lavé con agua, te limpié la sangre que te cubría, y te ungí con aceite. Luego te puse un vestido bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. Te atavié con adornos, puse brazaletes en tus brazos y un collar en tu cuello. Puse joyas en tu nariz, pendientes en tus orejas y una hermosa corona en tu cabeza. Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido bordado era de lino fino y seda. Comiste flor de harina de trigo, miel y aceite. Fuiste embellecida en extremo y prosperaste hasta llegar a reinar. Tu fama se difundió entre las naciones a causa de tu belleza, que era perfecta por el esplendor que yo había puesto sobre ti, dice el Señor.