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ÉXODO 33:1-11

ÉXODO 33:1-11 RV2020

El Señor dijo a Moisés: —Anda, vete ya de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto hacia la tierra que juré dar a Abrahán, Isaac y Jacob, cuando dije: «A tu descendencia se la daré». Yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo. Subirás a la tierra que fluye leche y miel, pero yo no subiré contigo, no sea que te destruya en el camino, pues eres un pueblo testarudo. Al oír el pueblo esta mala noticia, guardó luto, y ninguno se puso sus galas, pues el Señor había dicho a Moisés: —Di a los hijos de Israel: «Vosotros sois un pueblo testarudo. Si yo subiera un momento en medio de ti, te consumiría. Quítate ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer». Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus galas desde el monte Horeb. Moisés tomó el tabernáculo y lo erigió lejos, fuera del campamento, y lo llamó «Tabernáculo de Reunión». Y cualquiera que buscaba al Señor, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento. Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba y se quedaba en pie a la entrada de su tienda, con la mirada puesta en Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo. Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y el Señor hablaba con Moisés. Cuando el pueblo veía que la columna de nube se detenía a la entrada del tabernáculo, se levantaba cada uno a la entrada de su tienda y adoraba. El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero. Luego Moisés volvía al campamento, pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba del tabernáculo.

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