EFESIOS 6:1-24
EFESIOS 6:1-24 RV2020
Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, es el primer mandamiento con promesa que dice: para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida sobre la tierra . Y vosotros, padres, no hagáis enojar a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina y la amonestación del Señor. Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales con respeto y lealtad, con sencillez de vuestro corazón, como quien obedece a Cristo. No solo cuando os ven, como los que quieren agradar a la gente, sino como servidores de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios. Servid de buena gana, como quien sirve al Señor y no como para la gente, pues sabéis que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sin distinguir entre esclavo o libre. Y vosotros, amos, haced lo mismo con vuestros esclavos. Dejad las amenazas, pues sabéis que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que él no hace acepción de personas. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Revestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no tenemos lucha contra enemigos de carne y hueso, sino contra autoridades, contra poderes, contra los señores que dominan este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal que están en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo podáis resistir y permanecer firmes después de haber acabado todo. Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de justicia y calzados los pies con la disposición de anunciar el evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todas las flechas incendiarias del maligno. Tomad el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu. Estad alerta, y orad con insistencia y perseverancia por todos los creyentes. Orad también por mí, para que cuando hable me sea dada la palabra adecuada para dar a conocer con valor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador encadenado. Orad para que hable de él con valor, como debo hacerlo. Para que estéis enterados de mis asuntos y de lo que estoy haciendo, Tíquico, nuestro hermano amado y fiel siervo en el Señor, os lo contará todo. Os lo envío para que sepáis todo lo concerniente a nosotros, y para que consuele vuestros corazones. Paz sea a los hermanos, y amor y fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable. Amén.