ECLESIASTÉS 3:1-15
ECLESIASTÉS 3:1-15 RV2020
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: Tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo cosechar, tiempo de matar y tiempo de curar, tiempo de destruir y tiempo de edificar, tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar, tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntarlas, tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar, tiempo de buscar y tiempo de perder, tiempo de guardar y tiempo de desechar, tiempo de rasgar y tiempo de coser, tiempo de callar y tiempo de hablar, tiempo de amar y tiempo de aborrecer, tiempo de guerra, y tiempo de paz. ¿Qué provecho obtiene el que trabaja de aquello en que se afana? He visto el trabajo que Dios ha dado a los seres humanos para que se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón de los mortales, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin. Sé que no hay nada mejor para el ser humano que alegrarse y hacer bien en su vida, y también que es don de Dios que toda persona coma y beba, y disfrute de los beneficios de toda su labor. Sé que todo lo que Dios hace es perpetuo: Nada hay que añadir ni nada que quitar. Dios lo hace para que la humanidad le tema. Lo que antes fue, ya es, y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo pasado.