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DEUTERONOMIO 19:1-21

DEUTERONOMIO 19:1-21 RV2020

Cuando el Señor, tu Dios, destruya a las naciones cuya tierra el Señor, tu Dios, te va a dar, y tú las heredes y habites en sus ciudades y en sus casas, apartarás tres ciudades en medio de la tierra que el Señor, tu Dios, te da para que la poseas. Arreglarás los caminos y dividirás en tres partes el país que el Señor, tu Dios, te dará en heredad, a fin de que todo homicida huya allí. Este es el caso del homicida que podrá huir allí y salvar su vida: aquel que hiera a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él anteriormente; como el que va con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar algún leño, se suelta el hierro del cabo y da contra su prójimo y muere. Aquel podrá huir a una de estas ciudades y salvar su vida: no sea que el vengador del delito de sangre, enfurecido, persiga al homicida, lo alcance por ser largo el camino, y lo hiera de muerte, cuando no debía ser condenado a muerte, ya que no tenía enemistad con su prójimo anteriormente. Por tanto yo te mando que separes tres ciudades. Y si el Señor, tu Dios, ensancha tu territorio, como lo juró a tus padres, y te da toda la tierra que prometió dar a tus padres —siempre y cuando guardes todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy para ponerlos por obra: que ames al Señor, tu Dios, y andes en sus caminos todos los días—, entonces añadirás tres ciudades más a estas tres, para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que el Señor, tu Dios, te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre. Pero si hay alguien que aborrece a su prójimo y lo acecha, se levanta contra él, lo hiere de muerte y muere, y luego huye a alguna de estas ciudades, entonces los ancianos de su ciudad mandarán sacarlo de allí y lo entregarán en manos del vengador del delito de sangre, para que muera. No tendrás compasión de él; así extirparás de Israel todo derramamiento de sangre inocente, y te irá bien. En la heredad que poseas en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo que fijaron los antiguos. No se tomará en cuenta a un solo testigo contra alguien en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquier ofensa cometida. Solo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación. Cuando se levante un testigo falso contra alguien, para testificar contra él, entonces los dos litigantes se presentarán delante del Señor y delante de los sacerdotes y de los jueces que haya en aquellos días. Los jueces investigarán bien, y si aquel testigo resulta falso y ha acusado falsamente a su hermano, entonces haréis con él como él pensó hacer con su hermano. Así extirparás el mal de en medio de ti. Los que queden, cuando lo sepan, temerán y no volverán a cometer más una maldad semejante en medio de ti. No lo compadecerás: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.