HECHOS 5:17-33
HECHOS 5:17-33 RV2020
Entonces el sumo sacerdote y todos los que estaban de su parte, esto es, la secta de los saduceos, movidos por los celos, apresaron a los apóstoles y los pusieron en la cárcel pública. Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel y liberándolos les dijo: —Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las enseñanzas acerca de esta vida. Ellos, tras escuchar su mandato, se dirigieron de mañana al templo, donde se pusieron a enseñar. Entre tanto, el sumo sacerdote y quienes estaban de su parte convocaron al Sanedrín y al Concilio de los ancianos de los hijos de Israel y ordenaron traer de la cárcel a los apóstoles. Mas cuando los guardias llegaron a la cárcel, no los hallaron allí. Se volvieron e informaron del hecho diciendo: —Hemos hallado la cárcel cerrada con toda seguridad y a los vigilantes de pie ante las puertas, mas cuando las abrimos no encontramos a nadie dentro. Cuando oyeron estas palabras, el sumo sacerdote y el jefe de la guardia del templo y los principales sacerdotes se quedaron perplejos y preguntándose qué podría haber ocurrido. Hasta que alguien llegó con esta información: —Los hombres que pusisteis en la cárcel están en el templo de pie y enseñando al pueblo. Entonces fue el jefe de la guardia con sus hombres y los trajo sin violencia, por temor a ser apedreados por el pueblo. Una vez presentados ante el Concilio, el sumo sacerdote les preguntó: —¿No os mandamos estrictamente que no enseñarais en nombre de ese? Ahora habéis llenado Jerusalén de vuestra enseñanza y encima queréis hacernos responsables de la muerte de ese hombre. Respondieron Pedro y los apóstoles: —Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. Dios le ha enaltecido con su diestra elevándole a Príncipe y Salvador para ofrecer a Israel la conversión y el perdón de pecados. De esto somos testigos nosotros, y también el Espíritu Santo, que Dios ha dado a quienes le obedecen Ellos, oyendo esto, se enfurecieron y querían matarlos.