HECHOS 12:4-11
HECHOS 12:4-11 RV2020
Le capturó, le metió en la cárcel y le puso bajo la custodia de cuatro unidades de soldados, cada una de ellas formada por cuatro hombres, con el fin de tenerlo bien vigilado hasta que fuese juzgado públicamente después de la Pascua. Mientras Pedro permanecía bajo custodia en la cárcel, en la iglesia se oraba sin cesar a Dios por él. Pedro, la noche anterior al día en que Herodes le iba a juzgar en público, estaba durmiendo entre dos soldados y sujeto con dos cadenas, mientras unos centinelas custodiaban la puerta de entrada de la cárcel. De pronto se presentó un ángel del Señor y un resplandor inundó la celda. El ángel, golpeando a Pedro en el costado, le despertó y le dijo: —Levántate pronto. Las cadenas se le cayeron de las manos. El ángel añadió: —Ajústate la túnica y átate las sandalias. Hecho esto, el ángel le ordenó además: —Envuélvete en tu manto y sígueme. Pedro salió tras él sin saber con certeza si lo del ángel era o no real; a él le parecía todo un sueño. Habiendo pasado el primero y el segundo cuerpo de guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle, la cual se abrió sola ante ellos. Ya en el exterior, avanzaron por una callejuela y, sin más, el ángel desapareció de su lado. Entonces Pedro volvió en sí y dijo: —Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel y me ha librado de la mano de Herodes y de todo lo que el pueblo judío esperaba.