2 CRÓNICAS 24:1-16
2 CRÓNICAS 24:1-16 RV2020
Joás tenía siete años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén cuarenta años. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba. E hizo Joás lo recto ante los ojos del Señor todos los días del sacerdote Joiada. Este lo hizo casar con dos mujeres, y Joás engendró hijos e hijas. Después de esto, aconteció que Joás decidió restaurar la casa del Señor. Reunió a los sacerdotes y a los levitas, y les dijo: —Salid por las ciudades de Judá y recoged dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no fueron diligentes. Por lo cual el rey llamó al sumo sacerdote Joiada y le dijo: —¿Por qué no has procurado que los levitas traigan de Judá y de Jerusalén la ofrenda que Moisés, siervo del Señor, impuso a la congregación de Israel para el tabernáculo del testimonio? Pues la impía Atalía y sus hijos habían destruido la casa de Dios, y además habían gastado en los ídolos todas las cosas consagradas de la casa del Señor. Mandó, pues, el rey que hicieran un arca, la cual pusieron fuera, a la puerta de la casa del Señor; e hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén que trajeran al Señor la ofrenda que Moisés, siervo de Dios, había impuesto a Israel en el desierto. Todos los jefes y todo el pueblo se gozaron, trajeron ofrendas y las echaron en el arca hasta llenarla. Y cuando llegaba el momento de llevar el arca al secretario del rey por medio de los levitas, si veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, llevaban el arca, la vaciaban y la retornaban a su lugar. Así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero. Luego el rey y Joiada lo daban a los que hacían el trabajo del servicio de la casa del Señor. Estos contrataban canteros y carpinteros para que repararan la casa del Señor, y artífices en hierro y bronce para restaurar la Casa. Hacían, pues, los artesanos la obra, y con sus manos la obra quedó restaurada; restituyeron la casa de Dios a su antigua condición, y la consolidaron. Cuando la terminaron, trajeron al rey y a Joiada lo que quedaba del dinero, e hicieron de él utensilios para la casa del Señor, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaron holocaustos continuamente en la casa del Señor durante todos los días de Joiada. Pero Joiada envejeció y murió lleno de días; tenía ciento treinta años cuando murió. Lo sepultaron en la Ciudad de David con los reyes, por cuanto había hecho el bien en Israel, con Dios y con su casa.