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1 SAMUEL 13:1-14

1 SAMUEL 13:1-14 RV2020

Había ya reinado Saúl un año, y cuando llevaba dos años de mandato sobre Israel, escogió a tres mil hombres de Israel; estaban con Saúl dos mil en Micmas y en el monte de Bet-el, y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín, y envió al resto del pueblo cada uno a sus tiendas. Jonatán atacó a la guarnición de los filisteos que estaba en el collado, y lo supieron los filisteos. Entonces Saúl hizo tocar trompeta por todo el país, y dijo: —¡Que oigan los hebreos! Cuando todo Israel supo que se decía: «Saúl ha atacado a la guarnición de los filisteos», y también que Israel se había hecho odioso a los filisteos, se reunió el pueblo con Saúl en Gilgal. Se concentraron entonces los filisteos para pelear contra Israel: treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo numeroso como la arena que está a la orilla del mar. Luego subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Bet-avén. Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en peligro (porque el pueblo estaba en grave aprieto), se escondieron en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas. Algunos de los hebreos pasaron el Jordán hacia la tierra de Gad y de Galaad; pero Saúl permanecía aún en Gilgal, y todo el pueblo temblaba mientras iba tras él. Esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había fijado, pero Samuel no llegaba a Gilgal, y el pueblo se desbandaba. Entonces dijo Saúl: —Traedme el holocausto y las ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. Cuando él acababa de ofrecer el holocausto, vio a Samuel que venía; y Saúl salió a su encuentro para saludarlo. Samuel dijo: —¿Qué has hecho? Saúl respondió: —Porque vi que el pueblo se desbandaba y que tú no venías dentro del plazo señalado, mientras los filisteos estaban ya concentrados en Micmas, me dije: «Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal y yo no he implorado el favor del Señor». Así que me vi forzado a ofrecer el holocausto. Entonces Samuel dijo a Saúl: —Locamente has actuado; si hubieras guardado el mandamiento que el Señor, tu Dios, te había ordenado, el Señor habría confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Pero ahora tu reino no será duradero. El Señor se ha buscado un hombre conforme a su corazón, al cual ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que el Señor te mandó.