1 PEDRO 3:2-9
1 PEDRO 3:2-9 RV2020
al observar su conducta intachable y respetuosa. Que vuestra belleza no dependa de lo exterior, como peinados llamativos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino de lo íntimo, del corazón, del adorno incorruptible de un espíritu afable y sereno, ya que este tipo de belleza es muy apreciada por Dios. Así era como se adornaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios y eran sumisas a sus maridos. Sara, por ejemplo, obedecía a Abrahán y lo llamaba señor. De ella habéis llegado vosotras a ser hijas, si hacéis el bien y no os dejáis intimidar por nada. Igualmente vosotros, maridos, convivid con ellas sabiendo que la mujer es un ser más delicado, como a vaso más frágil, y respetándolas pues sois coherederos junto con ellas de la gracia de la vida. Así vuestras oraciones no encontrarán ningún estorbo. En fin, sed todos de un mismo sentir, compasivos, y amaos fraternalmente. Sed misericordiosos y amigables. No devolváis mal por mal, ni maldición por maldición. Al contrario, bendecid, pues sabéis que fuisteis llamados a heredar bendición