1 SAMUEL 4
4
1La palabra de Samuel se recibía en todo Israel.
Historia del Arca (4,1b—7,1)#4,1b—7,1: Se interrumpe la historia de Samuel para dar paso a un relato independiente y autónomo protagonizado por el Arca del Señor, cuya historia continuará más adelante con su traslado a Jerusalén (2 Sm 6) y con su definitiva colocación en el Templo (1 Re 8,1-13).
Victoria filistea
Por aquellos días Israel salió a luchar contra los filisteos#4,1: los filisteos: Son conocidos también como “los pueblos del mar”; forman parte de un pueblo indoeuropeo que entró en Canaán en la época del asentamiento de las tribus israelitas, ocupando su franja costera y dando su nombre al territorio (Palestina es la “tierra de los Pelistín” o filisteos). La batalla de Afec abre un período de predominio filisteo que sólo será definitivamente contrarrestado en el reinado de David. y acampó en Eben Ézer, mientras que los filisteos acamparon en Afec. 2Los filisteos se desplegaron para atacar a Israel, se entabló el combate e Israel fue derrotado por los filisteos, perdiendo a cuatro mil hombres en el campo de batalla. 3Cuando el ejército volvió al campamento, los ancianos de Israel dijeron:
— ¿Por qué ha permitido el Señor que hoy nos derrotaran los filisteos? ¡Vamos a traernos de Siló el Arca de la alianza del Señor, para que nos acompañe y nos libre de nuestros enemigos!#Ver Nm 10,35.
4Enviaron gente a Siló y trajeron de allí el Arca de la alianza del Señor del universo, entronizado sobre querubines. Los dos hijos de Elí, Jofní y Finés, acompañaban al Arca de la alianza de Dios.#Ver Ex 25,18-19. 5Cuando el Arca de la alianza del Señor llegó al campamento, todos los israelitas lanzaron un grito de guerra#4,5: grito de guerra: Especie de alarido o aclamación que constituía un rito militar en muchos pueblos antiguos. Con el tiempo este grito se introduce en el culto para aclamar la presencia del Señor en el Templo. tan fuerte que retembló la tierra. 6Los filisteos oyeron aquel estruendo y se preguntaron:
— ¿A qué viene ese estruendo tan grande en el campamento hebreo?
Y cuando se enteraron de que el Arca del Señor había llegado al campamento, 7los filisteos se asustaron y se decían:
— ¡Su Dios ha llegado al campamento! ¡Pobres de nosotros, porque nunca antes había pasado nada igual! 8¡Pobres de nosotros! ¿Quién nos librará de un Dios tan poderoso? Porque ese es el Dios que diezmó a los egipcios con toda clase de plagas en el desierto#4,8: plagas en el desierto: En esta expresión aparecen fundidas las tradiciones de la plagas de Egipto, de la derrota del ejército del faraón en el Mar Rojo y de la marcha victoriosa de Israel a través del desierto.. 9¡Ánimo y sed fuertes, filisteos! Que no os esclavicen los hebreos como vosotros los habéis esclavizado. ¡Sed valientes y combatid!
10Los filisteos atacaron y derrotaron a Israel que huyó a la desbandada hasta su campamento. Hubo una gran masacre y la infantería israelita perdió treinta mil hombres. 11El Arca de Dios fue capturada y los dos hijos de Elí, Jofní y Finés, también murieron#4,11: también murieron: Ver 2,34..#2,34.
12Un benjaminita salió corriendo del campo y llegó a Siló el mismo día, con la ropa hecha jirones y la cabeza cubierta de polvo#4,12-18: … cubierta de polvo: La secuencia del mensajero que lleva la mala noticia a Elí tiene parecida estructura a las de las muertes de Saúl (2 Sm 1) y de Absalón (2 Sm 18). Aquí, sin embargo, la atención no recae en la muerte de los hijos, sino en la pérdida del Arca (4,13).. 13Cuando llegó, Elí estaba sentado en su silla junto al camino vigilando preocupado por la suerte del Arca de Dios. El hombre entró en la población para dar la noticia y todos los habitantes se pusieron a gritar. 14Elí oyó el griterío y se preguntaba qué significaba aquel tumulto. Entonces el mensajero llegó presuroso a darle la noticia a Elí. 15Con noventa y ocho años, Elí tenía la mirada fija y no veía nada. 16El mensajero le dijo:
— Acabo de llegar del campo de batalla, del que hoy mismo he logrado escapar.
Elí le preguntó:
— ¿Qué ha pasado, hijo mío?
17Y el mensajero respondió:
— Israel ha huido ante los filisteos y el ejército ha sufrido una gran derrota. Tus dos hijos, Jofní y Finés, también han muerto y el Arca de Dios ha sido capturada.
18Al mencionar el Arca de Dios, Elí se cayó de la silla hacia atrás contra la puerta, se rompió la nuca y murió, pues era viejo y estaba pesado. Había sido juez de Israel durante cuarenta años#4,18: cuarenta años: La referencia cronológica sitúa a Elí, presentado hasta ahora como sacerdote de Siló, en la misma categoría de los Jueces de Israel..
19Su nuera, la mujer de Finés, estaba embarazada y a punto de dar a luz. Cuando oyó las noticias de la captura del Arca de Dios y de las muertes de su suegro y su marido, le sobrevinieron los dolores del parto, se agachó y dio a luz. 20Como estaba a punto de morir, las que la asistían le decían:
— ¡Ánimo, que has tenido un niño!
Pero ella no respondió ni hizo caso. 21Al niño le puso por nombre Icabod, pues decía: “Israel se ha quedado sin gloria”#4,21: sin gloria: El nombre del nieto de Elí (Icabod = sin gloria) se refiere directamente a la pérdida del Arca, signo de la presencia de la gloria de Dios en medio de su pueblo, pero apunta indirectamente también a la destrucción del Templo que marca el final de la Historia Deuteronomista y evoca el autodestierro de la gloria del Señor descrito en Ez 10., refiriéndose a la captura del Arca de Dios y a las muertes de su suegro y de su marido. 22Y repetía: “Israel se ha quedado sin gloria, pues el Arca de Dios ha sido capturada”.
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