ZACARÍAS 2:1-13
ZACARÍAS 2:1-13 BLP
Alcé la vista y, al mirar, vi cuatro cuernos. Pregunté entonces al ángel que hablaba conmigo: —¿Qué representan esos cuernos? El ángel me respondió: —Representan el poder de quienes dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén. A continuación el Señor me hizo ver cuatro herreros. Y yo pregunté: —¿Qué es lo que estos vienen a hacer? Me contestó: —Los cuernos representan a quienes dispersaron a Judá hasta el punto de que ya nadie podía levantar cabeza; los herreros, por su parte, vienen para hacer temblar y derribar los poderes que esas naciones desencadenaron contra el país de Judá a fin de dispersarlo. Alcé la vista y, al mirar, vi a un hombre que tenía en la mano una cinta para medir. Le pregunté: —¿Adónde te diriges? Me respondió: —A medir Jerusalén para saber cuál será su anchura y su longitud. Se marchaba ya el ángel que estaba hablando conmigo, cuando otro ángel le salió al encuentro y le dijo: —Anda y di a ese joven: «Jerusalén será una ciudad abierta, habitada por una multitud de personas y animales. Y yo seré para ella —oráculo del Señor— una muralla de fuego alrededor y un motivo de gloria en medio de ella». ¡Ea, vamos! Escapad del país del norte —oráculo del Señor—. Yo os dispersé —dice el Señor— por los cuatro puntos cardinales; pues bien, ¡arriba, Sion!, trata de ponerte a salvo, tú que habitas en Babilonia. Esto dice el Señor del universo —de quien soy su mensajero autorizado— acerca de las naciones que os despojaron: El que os toca a vosotros, toca a las niñas de mis ojos. Yo castigaré a esas naciones que serán botín de sus esclavos, y así reconoceréis que he sido enviado por el Señor del universo.