ROMANOS 10:11-21
ROMANOS 10:11-21 BLP
Pues dice la Escritura: Nadie que ponga en él su confianza quedará defraudado Y no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos, y su generosidad se desborda con todos los que lo invocan. Por tanto, todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. Ahora bien, ¿cómo van a invocar a aquel en quien no creen? ¿Y cómo van a creer en él si no han oído su mensaje? ¿Y cómo van a oír su mensaje si nadie lo proclama? ¿Y cómo lo van proclamar si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian buenas noticias! Pero no todos han aceptado el evangelio. Lo dice Isaías: Señor, ¿quién ha creído nuestro anuncio? En todo caso, la fe surge de la proclamación, y la proclamación se realiza mediante la palabra de Cristo. Y yo pregunto: ¿Será que no han oído? ¡Por supuesto que sí! La voz de los mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el último rincón de la tierra. Pero insisto: ¿será que Israel no ha entendido el mensaje? Oigamos en primer lugar lo que dice Moisés: Haré que tengáis celos de un pueblo que no es mío, provocaré vuestro enojo mediante una nación no sabia. Pero Isaías se atreve a más todavía: Los que no me buscaban me encontraron; me manifesté a los que no preguntaban por mí. En cambio, de Israel dice