JOSUÉ 15:1-19
JOSUÉ 15:1-19 BLP
El territorio que tocó en suerte a la tribu de Judá, por clanes, lindaba con la frontera de Edom, en el extremo meridional del desierto de Sin. Su límite meridional partía de la lengua o extremo sur del mar de la Sal; luego se dirigía por el sur de la cuesta de Acrabín, pasaba hacia Sin y subía por el sur de Cadés Barnea; pasando por Jesrón, subía hacia Adar y volvía hacia Carcá; pasaba por Asmón, se dirigía hacia el torrente de Egipto y terminaba en el mar. Esa será vuestra frontera por el sur. Por el este, el territorio limitaba con el mar de la Sal hasta la desembocadura del Jordán. El límite septentrional partía de la lengua de mar en la que desemboca el Jordán; luego llegaba a Bet Joglá, pasaba por el norte de Bet Arabá y subía hasta la Peña de Bohán, hijo de Rubén; continuaba subiendo desde el valle de Acor hasta Debir y volvía hacia el norte hasta Guilgal, frente a la cuesta de Adumín, que está al sur del Torrente. El límite pasaba junto a las aguas de En Semes y venía a salir a la fuente de Roguel. De allí subía por el valle de Ben Hinón, en el flanco sur del Jebuseo, es decir, por Jerusalén; subía luego por el oeste hasta la cima del monte frente al valle de Hinón, en el extremo norte del valle de los refaítas. A continuación torcía desde la cumbre del monte hacia los manantiales de Neftoaj y seguía en dirección a las ciudades del monte Efrón torciendo hacia Baalá, es decir, Quiriat Jearín. Desde Baalá, el límite doblaba por el oeste hacia el monte Seír y, pasando por la vertiente norte del monte Jearín, o sea, Quesalón, bajaba hasta Bet Semes, llegando a Timná. Luego se dirigía hacia el norte de Ecrón, doblaba hacia Sicarón, pasaba por el monte Baalá y salía a Jabneel. Esta frontera norte terminaba en el mar. El límite occidental era el mar Grande. Esos eran los límites del territorio de los descendientes de Judá, por clanes. A Caleb, hijo de Jefuné, se le asignó una parte entre los descendientes de Judá, tal como había mandado el Señor a Josué: Quiriat Arbá, la ciudad del padre de Anac, es decir, Hebrón. Caleb expulsó de allí a los tres hijos de Anac: Sesay, Ajimán y Talmay, descendientes de Anac. Desde allí se dirigió contra los habitantes de Debir, que antes era conocida como Quiriat Séfer. Caleb prometió dar por esposa a su hija Axá a quien derrotara y conquistara Qiryat Séfer. El que la conquistó fue Otoniel, hijo de Quenaz, hermano de Caleb; así que este le dio por esposa a su hija Axá. Cuando Axá se dirigía a casa de su marido, este la instigó a que pidiera a su padre un campo. Al ver que su hija se apeaba del asno, Caleb le preguntó: —¿Qué quieres? Ella respondió: —Hazme un regalo; ya que me has asignado el desierto del Négueb, proporcióname también manantiales. Y él le dio los manantiales de arriba y los de abajo.