JOEL 2:4-14
JOEL 2:4-14 BLP
Similar a los caballos es su aspecto, cabalgan como si fueran jinetes. Retumban como carros de guerra, saltan por las cimas de los montes; son igual que el crepitar del fuego cuando consume el rastrojo; igual que un pueblo poderoso dispuesto para el combate. Ante él tiemblan los pueblos, palidecen todos los semblantes. Avanzan como valientes, cual guerreros escalan la muralla; cada uno marcha en su fila, sin desviarse de su trayectoria; ninguno estorba al compañero, avanza cada cual por su camino; aunque caigan flechas a su alrededor, no rompen la formación. Invaden la ciudad, escalan la muralla; asaltan las casas irrumpiendo como ladrones a través de las ventanas. En su presencia tiembla la tierra, los cielos se estremecen, el sol y la luna se oscurecen y dejan de brillar las estrellas. El Señor alza la voz al frente de su ejército; son innumerables sus tropas y fuerte el que ejecuta su palabra. El día del Señor es grandioso y temible: ¿quién podrá resistirlo? Ahora, pues, —oráculo del Señor— volveos hacia mí de todo corazón, con ayuno, lágrimas y lamento. Rasgad vuestro corazón en lugar de vuestros vestidos; volveos al Señor, vuestro Dios, que es misericordioso y compasivo, lento para airarse y lleno de amor, siempre dispuesto a no hacer mal. Quizá se decida a no hacer daño y a sembrar bendiciones a su paso: ofrendas y libaciones para el Señor, vuestro Dios.