JUECES 11
11
Jefté interviene en el conflicto
1Jefté, el galaadita, era un valiente guerrero. Era hijo de una prostituta y su padre era Galaad.#Heb 11,32. 2Pero Galaad tuvo también hijos de su esposa legítima. Cuando estos hijos crecieron, echaron de casa a Jefté diciéndole:
—Tú no heredarás a nuestro padre, porque eres hijo de una mujer extraña.#Gn 21,10.
3Jefté huyó lejos de sus hermanos y se quedó en el país de Tob. Se le unió una banda de gente miserable y juntos hacían incursiones.
4Andando el tiempo, los amonitas declararon la guerra a Israel. 5Cuando los amonitas atacaron a Israel, los ancianos de Galaad fueron al país de Tob a buscar a Jefté. 6Le dijeron:
—Ven, sé nuestro caudillo en la guerra contra los amonitas.
7Pero Jefté respondió a los ancianos de Galaad:
—¿No sois vosotros los que me odiabais y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué ahora, que estáis en un aprieto, acudís a mí?
8Los ancianos de Galaad replicaron a Jefté:
—Por eso mismo ahora acudimos a ti: ven con nosotros, ataca a los amonitas y sé nuestro jefe y el de todos los que habitamos en Galaad.
9Jefté respondió a los ancianos de Galaad:
—Si me hacéis volver para combatir a los amonitas y el Señor me los entrega, yo seré vuestro jefe.
10Respondieron a Jefté los ancianos de Galaad:
—Que el Señor nos lo demande si no hacemos lo que dices.#1 Sm 12,5; Jr 42,5; Rm 1,9; Flp 1,8.
11Jefté se fue con los ancianos de Galaad y el pueblo lo nombró su jefe y caudillo. Jefté repitió todas sus condiciones ante el Señor, en Mispá.
Conversaciones de Jefté con los amonitas
12Jefté envió mensajeros al rey de los amonitas con este mensaje:
—¿Qué te he hecho yo para que vengas a atacarme en mi propia tierra?#2 Cr 35,21 (ver Mt 8,29 y par.; Jn 2,4).
13El rey de los amonitas respondió a los mensajeros de Jefté:
—Cuando Israel salió de Egipto, se apoderó de mi tierra desde el Arnón hasta el Yaboc y el Jordán. Así que ahora devuélvemela y quedaremos en paz.#Dt 2,17-23.
14Jefté envió de nuevo mensajeros al rey de los amonitas 15para decirle:
—Esto dice Jefté: Israel no se apoderó ni de la tierra de Moab ni de la tierra de los amonitas. 16Cuando Israel salió de Egipto, caminó por el desierto hasta el mar Rojo y llegó a Cadés. 17Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom para decirle: «Déjame, por favor, pasar por tu país». Pero el rey de Edom no les hizo caso. Envió también mensajeros al rey de Moab, el cual también se negó. Entonces Israel se quedó en Cadés.#Nm 20,14-21. 18Luego, avanzando por el desierto, bordeó Edom y Moab y llegó al oriente del país de Moab. Acamparon al otro lado del Arnón, sin cruzar la frontera de Moab (pues el Arnón es la frontera de Moab). 19Israel envió mensajeros a Sijón, rey de los amorreos, que reinaba en Jesbón, y le dijo: «Déjame, por favor, pasar por tu tierra hasta llegar a mi tierra».#Nm 21,21-26; Dt 2,26-37. 20Pero Sijón no solo le negó a Israel el paso por su territorio, sino que reunió toda su gente, acampó en Jasá, y atacó a Israel. 21El Señor, Dios de Israel, entregó a Sijón y a toda su gente en manos de Israel, que los derrotó, y así conquistó Israel todo el país de los amorreos que habitaban allí. 22Conquistaron todo el territorio de los amorreos, desde el Arnón hasta el Yaboc y desde el desierto hasta el Jordán. 23Si, pues, el Señor, Dios de Israel, quitó su heredad a los amorreos para dársela a su pueblo Israel, ¿ahora se la vas a arrebatar tú? 24¿No posees todo lo que tu dios Quemós quitó a sus propietarios para dártelo a ti? Igualmente nosotros poseemos todo lo que el Señor nuestro Dios quitó a sus propietarios para dárnoslo a nosotros. 25¿Vas a ser tú más que Balac, hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Acaso pudo él prevalecer en su lucha contra Israel?#Nm 21,19; 22–24. 26Hace ya trescientos años que Israel está establecido en Jesbón y en sus aldeas, en Aroer y en sus aldeas y en todos los poblados que están a ambos lados del Arnón, ¿cómo es que no lo habéis recuperado en todo ese tiempo?#Jos 13,25-26. 27Yo no te he ofendido; eres tú el que te portas mal conmigo declarándome la guerra. El Señor sea juez hoy entre israelitas y amonitas.
28Pero el rey de los amonitas hizo caso omiso del mensaje que le envió Jefté.
El voto de Jefté y su victoria
29El espíritu del Señor se apoderó de Jefté, que recorrió Galaad y Manasés, llegó a Mispá de Galaad y desde Mispá de Galaad se adentró en el territorio de los amonitas. 30Y Jefté hizo un voto al Señor:
—Si entregas en mis manos a los amonitas, 31el primero que salga a mi encuentro por las puertas de mi casa cuando regrese después de haber vencido a los amonitas, lo consagraré al Señor y lo ofreceré en holocausto.
32Jefté se adentró en territorio amonita para atacarlos, y el Señor se los entregó. 33Los persiguió desde Aroer hasta cerca de Minit (veinte poblados) y hasta Abel Queramín. La derrota fue total y los amonitas quedaron sometidos a los israelitas.
34Cuando Jefté volvía a su casa de Mispá, su hija le salió al encuentro bailando al son de las panderetas. Era su única hija; no tenía otros hijos ni otras hijas.#Ex 15,20; 1 Sm 18,6. 35Al verla, rasgó sus vestiduras y gritó:
—¡Ay, hija mía, me has destrozado! ¿Por qué has de ser tú la causa de mi desgracia? Me comprometí ante el Señor y no puedo volverme atrás.
36Ella le respondió:
—Padre mío, puesto que te has comprometido ante el Señor, haz conmigo lo que prometiste, ya que el Señor te ha concedido vengarte de tus enemigos, los amonitas.
37Después dijo a su padre:
—Solo te pido que me concedas esta gracia: déjame vagar dos meses por los montes y llorar mi virginidad con mis compañeras.
38Su padre le dijo:
—Vete.
Y la dejó marchar por el tiempo de dos meses. Ella se fue con sus compañeras y anduvo por los montes llorando su virginidad. 39Al cabo de los dos meses, volvió a casa de su padre y él cumplió con ella el voto que había hecho. La joven no había tenido relaciones con varón. Y se hizo costumbre en Israel#ver 2 Cr 35,25. 40que las jóvenes israelitas se lamentasen todos los años durante cuatro días por la hija de Jefté, el galaadita.
Actualmente seleccionado:
JUECES 11: BLP
Destacar
Compartir
Copiar
¿Quieres tener guardados todos tus destacados en todos tus dispositivos? Regístrate o inicia sesión
La Palabra (BLP) versión española Copyright © Sociedad Bíblica de España, 2010 Utilizada con permiso