ISAÍAS 14:1-14
ISAÍAS 14:1-14 BLP
El Señor se apiadará de Jacob, volverá a elegir a Israel; lo hará reposar en su tierra. A ellos se unirán forasteros, agregados a la casa de Jacob. Otros pueblos los irán recogiendo y los llevarán a su lugar; pero la casa de Israel después los poseerá como esclavos y esclavas en la tierra del Señor; capturarán a sus captores, dominarán a sus dominadores. El día en que el Señor te haga descansar de tus congojas, de tus desasosiegos y de la dura esclavitud a la que te viste sometida, entonarás esta sátira contra el rey de Babilonia: ¡Cómo ha acabado el tirano! ¡Cómo ha terminado su arrogancia! Rompió el Señor el cetro del malvado, el bastón de mando del tirano: machacaba pueblos con saña, sacudiendo un golpe tras otro; oprimía con rabia a las naciones, las perseguía de forma implacable. Ahora descansa tranquila la tierra y prorrumpe en gritos de júbilo; se alegran por ti los cipreses, se alegran los cedros del Líbano. Desde que pereciste no ha vuelto a subir contra nosotros el leñador. El reino de los muertos se estremece en lo profundo al salir a tu encuentro, despertando en tu honor a las sombras, a los grandes del mundo, haciendo que se alcen de sus tronos los reyes de los pueblos. Todos te entonan un canto: ¡También tú estás consumido, ya eres parecido a nosotros y entierras tu fausto en el reino de los muertos con el son melodioso de tus arpas! Te acuestas en lecho de gusanos, te cubre una colcha de lombrices. ¡Cómo has caído del cielo, lucero, hijo de la aurora! ¡Cómo yaces ahora por tierra, tú, sometedor de naciones! Tú, que solías decirte: «Voy a escalar el cielo; por encima de los astros divinos pienso establecer mi trono. Me sentaré en el monte de los dioses, allá por los confines del norte; cabalgaré en las crestas de las nubes y seré lo mismo que el Altísimo».