OSEAS 10:2-15
OSEAS 10:2-15 BLP
Tienen el corazón dividido y ahora lo van a pagar. El Señor romperá sus altares y destruirá sus estelas. Ahora andan diciendo: «Nos hemos quedado sin rey por no haber respetado al Señor; pero ¿qué haría por nosotros el rey?». Pronuncian discursos, juran en falso, hacen pactos; pero el derecho es planta venenosa que crece en los surcos del campo. Los habitantes de Samaría tiemblan por el becerro de Bet-Avén; el pueblo y sus sacerdotes hacen duelo por él, por su gloria, ahora que ha sido deportado. También a él lo llevan a Asiria, como ofrenda para el gran rey. Efraín cargará con su vergüenza e Israel se avergonzará de su acción. Desaparecerá el rey de Samaría como astilla que arrastra el agua. Los altozanos de la iniquidad, lugar del pecado de Israel, serán completamente destruidos; cardos y espinas crecerán en sus altares. Dirán a las montañas: «Cubridnos», y a las colinas: «Caed sobre nosotros». Desde los días de Guibeá has seguido pecando, Israel. ¡Han persistido en su pecado! ¿No será entonces en Guibeá donde la guerra alcance a los inicuos? Se han hecho reos de doble culpa y seré yo quien los castigue reuniendo pueblos contra ellos. Efraín era novilla bien domada a quien le gustaba trillar. Pues bien, yo pondré el yugo sobre su hermosa cerviz; unciré a Efraín para que are y, mientras Judá abre los surcos, a Jacob le tocará rastrillar. Sembrad justicia y cosecharéis amor; preparad el barbecho para el cultivo, porque es tiempo de buscar al Señor; [esperad] hasta que él venga y derrame sobre vosotros salvación. Pero como sembrasteis maldad, cosechasteis iniquidad y comisteis el fruto de la mentira. Porque confiaste en tu poder, en la multitud de tus guerreros, un clamor de guerra se alza contra tu pueblo; todas tus fortalezas serán asoladas, como Salmán asoló a Bet-Arbel aquel día de la batalla, cuando, junto con sus hijos, fue estrellada la madre [contra el suelo]. Es lo que os acarreará Betel a causa de vuestra extrema maldad. Y al nacer el día, morirá el rey de Israel.