HABACUC 1:5-12
HABACUC 1:5-12 BLP
Mirad a las naciones, observad y quedaréis asombrados: en vuestros días actuaré de forma tal que, cuando se os cuente, no lo creeréis. Pongo en pie de guerra a los caldeos, pueblo cruel e impetuoso, que merodea por toda la tierra para adueñarse de territorios ajenos. Es pueblo espantoso y temible; solo reconoce su derecho, no hay más supremacía que la suya. Veloces como guepardos sus caballos, más fieros que lobos nocturnos; su caballería ya ha iniciado el avance, sus jinetes vienen de lejos: vuelan como águilas imperiales cuando se aprestan a devorar. Todos avanzan con violencia, sus rostros reflejan decisión; amontonan prisioneros como arena. Se burlan de los reyes, se mofan de los gobernantes; se ríen de cualquier fortaleza: levantan un terraplén y al punto la conquistan. Luego recobran el aliento y prosiguen, no tienen más dios que su fuerza. ¿No eres desde siempre el Señor, Dios mío, Santo mío? ¡Eres inmortal! Tú, Señor, has destinado [a este pueblo] para hacer justicia; tú, la Roca, lo has fundado para infligir castigo.