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2 CRÓNICAS 25:15-28

2 CRÓNICAS 25:15-28 BLP

El Señor se enfureció contra Amasías y le envió un profeta a decirle: —¿Por qué recurres a unos dioses que no han podido salvar a su pueblo de tu poder? Mientras hablaba, Amasías le interrumpió: —¿Quién te ha nombrado consejero del rey? ¡Cállate, si no quieres que te maten! El profeta concluyó diciendo: —Sé muy bien que Dios ha decidido aniquilarte, por actuar así y no escuchar mi consejo. Amasías, rey de Judá, pidió consejo y envió a decir a Joás, el hijo de Joacaz y nieto de Jehú, rey de Israel: —¡Ven a que nos veamos las caras! Pero Joás, el rey de Israel, mandó responder así a Amasías, el rey de Judá: —El cardo del Líbano mandó esta embajada al cedro del Líbano: «Dale tu hija por esposa a mi hijo». Pero pasó por allí un animal silvestre del Líbano y pisoteó el cardo. Presumes de haber derrotado estrepitosamente a Edom y te has envalentonado por la fama conseguida. Pero ahora quédate en tu casa. ¿Por qué te empeñas en atraer la desgracia sobre ti y sobre Judá? Pero Amasías no le hizo caso, porque Dios había decidido entregarlo en manos de Joás por haber recurrido a los dioses de Edom. Entonces Joás, el rey de Israel, subió a verse las caras con Amasías, el rey de Judá, en Bet Semes, que está en territorio de Judá. Judá cayó derrotado ante Israel y cada cual huyó a su casa. Joás, el rey de Israel, hizo prisionero en Bet Semes a Amasías, el rey de Judá, hijo de Joás y nieto de Ocozías. Luego fue a Jerusalén y abrió una brecha de unos doscientos metros en su muralla, desde la puerta de Efraín hasta la Puerta de la Esquina. Se apoderó, además, de todo el oro y la plata y de todos los objetos que había en el Templo al cargo de Obededón y en el tesoro del palacio real; tomó algunos rehenes y regresó a Samaría. Amasías, el rey de Judá, sobrevivió quince años a Joás, el hijo de Ocozías, rey de Israel. El resto de la historia de Amasías, de principio a fin, está escrito en el libro de los Reyes de Judá e Israel. Algún tiempo después de que Amasías se apartara del Señor, tramaron contra él una conspiración en Jerusalén y huyó a Laquis. Pero enviaron gente a Laquis en su persecución y lo mataron allí. Luego lo transportaron en caballos a Jerusalén y lo enterraron con sus antepasados en la ciudad de David.