1 CORINTIOS 12:14-27
1 CORINTIOS 12:14-27 BLP
Por otra parte, el cuerpo no está formado por un solo miembro, sino por muchos. Si el pie dijera: «Como no soy mano, nada tengo que ver con el cuerpo», ¿dejaría por ello de formar parte del cuerpo? Y si el oído dijera: «Como no soy ojo, nada tengo que ver con el cuerpo», ¿dejaría por ello de formar parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo podría oír? Y si todo fuera oído, ¿cómo podría oler? Por algo distribuyó Dios cada uno de los miembros en el cuerpo según le pareció conveniente. Pues ¿dónde estaría el cuerpo si todo él se redujese a un solo miembro? Precisamente por eso, aunque el cuerpo es uno, los miembros son muchos. Y no puede el ojo decirle a la mano: «No te necesito». Como tampoco puede la cabeza decir a los pies: «No os necesito». Al contrario, cuanto más frágil parece un miembro, más imprescindible es, y rodeamos de especial cuidado aquellas partes que menos parecerían merecerlo. Asimismo, tratamos con mayor decoro las que consideramos más indecorosas, pues las que en sí mismas son decorosas no necesitan especial cuidado. Dios mismo ha organizado el cuerpo dando más honor a lo que menos parece tenerlo, a fin de que no existan divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros por igual se preocupen unos de otros. Y así, cuando un miembro sufre, todos sufren con él, y cuando recibe una especial distinción, todos comparten su alegría. Vosotros formáis el cuerpo de Cristo, y cada uno por separado constituye un miembro.