Salmo 102:14-28
Salmo 102:14-28 NVI
Tus siervos sienten cariño por sus ruinas; los mueven a compasión sus escombros. Las naciones temerán el nombre del SEÑOR; todos los reyes de la tierra reconocerán su majestad. Porque el SEÑOR reconstruirá a Sión, y se manifestará en su esplendor. Atenderá la oración de los desamparados, y no desdeñará sus ruegos. Que se escriba esto para las generaciones futuras, y que el pueblo que será creado alabe al SEÑOR. Miró el SEÑOR desde su altísimo santuario; contempló la tierra desde el cielo, para oír los lamentos de los cautivos y liberar a los condenados a muerte; para proclamar en Sión el nombre del SEÑOR y anunciar en Jerusalén su alabanza, cuando todos los pueblos y los reinos se reúnan para adorar al SEÑOR. En el curso de mi vida acabó Dios con mis fuerzas; me redujo los días. Por eso dije: «No me lleves, Dios mío, a la mitad de mi vida; tú permaneces por todas las generaciones. En el principio tú afirmaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces. Todos ellos se desgastarán como un vestido. Y como ropa los cambiarás, y los dejarás de lado. Pero tú eres siempre el mismo, y tus años no tienen fin. Los hijos de tus siervos se establecerán, y sus descendientes habitarán en tu presencia».