Ezequiel 3:24-27
Ezequiel 3:24-27 NVI
Entonces el Espíritu de Dios entró en mí, hizo que me pusiera de pie y me dijo: «Ve y enciérrate en tu casa. A ti, hijo de hombre, te atarán con sogas para que no puedas salir ni andar entre el pueblo. Yo haré que se te pegue la lengua al paladar, y así te quedarás mudo y no podrás reprenderlos, por más que sean un pueblo rebelde. Pero, cuando yo te hable, te soltaré la lengua y les advertirás: “Así dice el SEÑOR omnipotente”. El que quiera oír, que oiga; y el que no quiera, que no oiga, porque son un pueblo rebelde.