2 Corintios 1:15-24
2 Corintios 1:15-24 NVI
Confiando en esto, quise visitaros primero a vosotros para que recibierais doble bendición; es decir, visitaros de paso a Macedonia, y veros otra vez a mi regreso de allí. Así podríais ayudarme a seguir el viaje a Judea. Al proponerme esto, ¿acaso lo hice a la ligera? ¿O es que hago mis planes según criterios meramente humanos, de manera que diga «sí, sí» y «no, no» al mismo tiempo? Pero, tan cierto como que Dios es fiel, el mensaje que os hemos dirigido no es «sí» y «no». Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, a quien Silvano, Timoteo y yo predicamos entre vosotros, no fue «sí» y «no»; en él siempre ha sido «sí». Todas las promesas que ha hecho Dios son «sí» en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos «Amén» para la gloria de Dios. Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a vosotros. Él nos ungió, nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón como garantía de sus promesas. ¡Por mi vida! Pongo a Dios por testigo de que todavía no he ido a Corinto solo por consideración a vosotros. No es que intentemos imponeros la fe, sino que deseamos contribuir a vuestra alegría, pues por la fe os mantenéis firmes.