1 Crónicas 16:22-43
1 Crónicas 16:22-43 NVI
“¡No toquéis a mis ungidos! ¡No maltratéis a mis profetas!” »¡Que toda la tierra cante al SEÑOR! ¡Proclamad su salvación cada día! Anunciad su gloria entre las naciones, y sus maravillas a todos los pueblos. Porque el SEÑOR es grande, y digno de toda alabanza; ¡más temible que todos los dioses! Nada son los dioses de los pueblos, pero el SEÑOR fue quien hizo los cielos; esplendor y majestad hay en su presencia; poder y alegría hay en su santuario. »Tributad al SEÑOR, familias de los pueblos, tributad al SEÑOR la gloria y el poder; tributad al SEÑOR la gloria que corresponde a su nombre; presentaos ante él con ofrendas, adorad al SEÑOR en su hermoso santuario. ¡Que tiemble ante él toda la tierra! Él afirmó el mundo, y este no se moverá. ¡Alégrense los cielos, y regocíjese la tierra! Digan las naciones: “¡El SEÑOR reina!” »¡Que resuene el mar y todo cuanto contiene! ¡Que salte de alegría el campo y lo que hay en él! ¡Que los árboles del campo canten de gozo ante el SEÑOR, porque él ha venido a juzgar la tierra! »¡Alabad al SEÑOR, porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre! Decidle: “¡Sálvanos, oh Dios, Salvador nuestro! Reúnenos y líbranos de entre los paganos, y alabaremos tu santo nombre y nos regocijaremos en tu alabanza”. ¡Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, desde siempre y para siempre!» Y todo el pueblo respondió: «Amén», y alabó al SEÑOR. David dejó el arca del pacto del SEÑOR al cuidado de Asaf y sus hermanos, para que sirvieran continuamente delante de ella, de acuerdo con el ritual diario. Como porteros nombró a Obed Edom y sus sesenta y ocho hermanos, junto con Obed Edom hijo de Jedutún y Josá. Al sacerdote Sadoc y a sus hermanos sacerdotes los encargó del santuario del SEÑOR, que está en la cumbre de Gabaón, para que sobre el altar ofrecieran constantemente los holocaustos al SEÑOR, en la mañana y en la tarde, tal como está escrito en la ley que el SEÑOR le dio a Israel. Con ellos nombró también a Hemán y a Jedutún, y a los demás que había escogido y designado por nombre para cantar al SEÑOR: «Su gran amor perdura para siempre». Hemán y Jedutún tenían trompetas, címbalos y otros instrumentos musicales para acompañar los cantos de Dios. Los hijos de Jedutún eran porteros. Luego todos regresaron a su casa, y David se fue a bendecir a su familia.