Romanos: Teología Para Todos (1-5)نموونە

Nadie quiere admitir que es una mala persona. Aunque todos son pecadores por naturaleza y por elección, algunas personas que viven de acuerdo con la conciencia que Dios les dio, viven vidas morales en comparación con la persona promedio. Esto incluiría a personas religiosas que no tienen el Espíritu Santo pero que viven según las leyes morales de las enseñanzas de su religión.

El problema es que la gente moral tiende a tomarse a ellos mismos como el estándar de moralidad, y luego juzga y menosprecia a los demás como moralmente inferiores. El estándar de moralidad es Dios y, en comparación con Dios, todos somos pecadores que necesitamos un Salvador. Dado que el orgullo es quizás el peor pecado de todos, las personas que están orgullosas de su moralidad son quizás los peores pecadores de todos, ya que de este tipo de personas fueron los religiosos arrogantes que mataron a Jesús pensando que ellos eran santos y que Él era impío.

Las personas que persiguen la justicia tienen tres opciones. Uno, si aceptas que es un pecador injusto y no crees que se pueda hacer algo para cambiar tu estado, aceptas tu lugar como una persona mala y quebrantada. Dos, si tratas de corregir tu injusticia convirtiéndote en una persona moral disciplinada, caerás en la trampa de volverte moralista, que es solo otra forma de ser injusto. Tres, si aceptas que eres injusto, ves a Jesucristo como el estándar de justicia y aceptas Su justicia como un regalo para ti, entonces escaparás de las trampas de ser injusto y moralista a través de Su regalo de justicia.

¿Qué opción eliges?

Reflexión:

• En 2:4, se nos dice que la razón por la que la gente se sale con la suya en cuánto al pecado, es porque Dios está trabajando en ellos. ¿Cómo ha funcionado este principio para cambiar tu vida? ¿Con quién te sientes frustrado que quizás Dios podría estar trabajando en él o ella y al que le puedes mostrar algo de bondad?

• En 2:5-11, Pablo compara y contrasta dos grupos de personas: aquellos que experimentarán la ira eterna de Dios contra aquellos que experimentarán la gracia eterna de Dios. Haz una lista comparando y contrastando estas dos realidades eternas.

• Si eres cristiano, Jesús soportó la ira de Dios para que tu pudieras disfrutar de la gracia de Dios. Tómate unos momentos para detenerte y simplemente agradecer a Jesucristo por todas las cosas de las que el Espíritu Santo te recuerda y de las que has sido salvado.